Murió Isabel, la reina
madre de la monarquía británica
La reina madre Isabel estuvo cada vez más delicada en las últimas semanas, tras contraer una infección al pecho en las Navidades y una profunda tos'', dijo un vocero de Palacio. Su estado se deterioró en la mañana y sus médicos fueron llamados'' a la residencia, dijo el vocero, quien añadió que la reina murió tranquilamente en su sueño a las 15:15 de la tarde''. La reina estaba junto al lecho de su madre, dijo el vocero. La muerte de la reina madre se añade a una sucesión de trágicos sucesos en la Familia Real británica. El pasado 9 de febrero falleció la princesa Margarita, su hija menor, a la edad de 71 años. Símbolo contra los nazis La reina madre simbolizó más que nadie en el Reino Unido una cierta idea de la monarquía, querida para un número cada vez menor de británicos. Llamada cariñosamente por la prensa conservadora Queen Mum (reina mamá), mantenía con una constancia inalterable un modelo de profesionalismo real del que sólo su hija mayor, la reina Isabel II, parece haberse inspirado. Nacida en Londres el 4 de agosto de 1900, Lady Isabel Angela Margarita Bowes-Lyon, hija del conde de Strathmore, era originaria de una familia escocesa de sangre real. En 1923, aceptó las insistentes peticiones de matrimonio de Alberto, el duque de York, conocido como Bertie, tímido y algo tartamudo. Ella, equilibrada e inteligente, fuerte y sensible, se incorporó a la realeza con una naturalidad sorprendente. Con las dos hijas que pronto tuvieron, Isabel en 1926 y Margarita en 1930, ofrecían una imagen de felicidad familiar, de respetabilidad victoriana que contrastaba con la vida mundana y extravagante del Príncipe de Gales. En diciembre de 1936, su cuñado Eduardo VIII abdica por amor, por una norteamericana divorciada, Wallis Simpson, y su esposo Alberto es coronado, como Jorge VI, el 12 de mayo siguiente. Distanciándose de toda controversia privada, daba la imagen de una figura materna y heroica. Su actitud durante el ataque alemán contra Londres en el verano de 1940-41 (Segunda Guerra Mundial), le supone su primer gran éxito público. Bajo las bombas, visitaba ciudades inglesas en ruinas y hospitales. La reina se niega a exiliarse en Canadá: "mis hijas no se irán sin mí y yo no me voy sin el rey". Las imágenes de su visita a las ruinas humeantes de los barrios populares del barrio de East End apoyan el mito de una reina que personifica la resistencia británica a los nazis. Al finalizar la guerra, la Familia Real salió hasta 9 veces al balcón principal del Palacio de Buckingham para recibir la gratitud de los cientos de miles de personas que los aclamaban. El cariño de la nación conseguido en esos días trascendentales aún perdura hoy. Viuda desde 1952, la Reina Madre conserva un prestigio a prueba de escándalos familiares porque aún evoca para millones de británicos el recuerdo de un tiempo de prueba y solidaridad, de valor y sacrificio que culminó en la victoria de 1945. Los últimos años Pero deja el trono prematuramente con la muerte del rey, víctima de un cáncer, en 1951. Será a partir de entonces la reina madre y la más cercana consejera de su hija Isabel, coronada reina en 1953, con la que comparte la pasión por los caballos y los perros. Su sentido del deber se apoya también en los recursos de la época: se desplaza con la ayuda de un cochecito, tras una operación de cadera. En él, y con un coqueto vestido azul, salió a saludar a sus súbditos en agosto pasado con motivo de su cumpleaños 101. En noviembre del 2000, causó una fuerte conmoción en todo el país al fracturarse la clavícula. En febrero pasado, la muerte de la princesa Margarita le afectó mucho, pero a pesar de una salud debilitada por una bronquitis persistente, asistió a sus funerales. En marzo, el dominical The Sunday People, citando una fuente cercana a la familia real, aseguró que la soberana estaba casi ciega y no distinguía más que las formas. Queen Mum no aparecía en público desde hacía varios meses debido, oficialmente, a un resfriado y a una tos persistente. |