EL TIEMPO.COM  12:30 a.m.
Chocó, una Señorita Colombia de ébano

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La candidata del Chocó, Vanessa Alexandra Mendoza Bustos, fue elegida al filo de la media noche como nueva soberana nacional de la belleza. Vanessa es la primera reina negra de Colombia.

Tras su elección, la nueva Señorita Colombia, dedicó su triunfo en el Concurso Nacional de la Belleza a su familia y al pueblo del Chocó, una de las regiones más olvidadas del país.

La candidata chocoana siempre figuró a lo largo de las diferentes puntuaciones a la cabeza de los pronósticos. De hecho, sus altísimos puntajes nunca se habían visto en los 67 años del certamen.

Sin embargo, no fue sino hasta el momento del desfile en traje de gala en el que se perfiló como la máxima aspirante. Vanessa conquistó con su cuerpo, su porte y su piel. En la noche de la elección y coronación, obtuvo los puntajes más altos en los desfiles en traje de baño, 9,93, y en traje de gala, 9,96.

El teatro estalló en júbilo, cuando la señorita Chocó, la preferida, fue anunciada como la elegida. Todos esperaban que ella fuera la reina.

 

Mientras caminaba por el escenario en las dos oportunidades, los miembros de su comitiva y el público que le hacía barra, soltaron globos al aire, como si se tratara de juegos pirotécnicos, mientras gritaban "La 'Barbie' chocoana será la soberana".

La virreina fue la candidata del Valle, Consuelo Guzmán; la primera princesa, Atlántico, Johana Cure Lemus; segunda princesa, Santander, María Claudia Peñuela Cornejo, y tercera princesa, Huila, Juanita Martínez Bahamón, considerada el ‘palo’ de la noche.

Con un traje de gala confeccionado por el diseñador Jaime Arango, la señorita Chocó contestó a la pregunta del jurado "¿Qué cambió en el mundo después de los atentados del 11 de septiembre en Estados Unidos?", diciendo que "Estamos en una época de crisis y hemos perdido la solidaridad, la tolerancia y el sentido de vivir en convivencia con mucho amor".

En ese momento, la comitiva que la acompañaba en el Centro de Convenciones Getsemaní de Cartagena de Indias, se tomó de las manos y elevándolas al cielo intentaba enviarle buenas energías.

Esta fue una de las cinco preguntas con las que el jurado intenta darle otro sentido a estos certámenes de belleza, pues indagó la actualidad nacional e internacional y sobre la imagen que Colombia tiene en el exterior.

Una noche muy colombiana

Folclor, colorido y sabor nacionalista marcaron la noche de elección y coronación. En su primera salida las reinas salieron vistiendo los colores de la bandera.

El primer artista en salir a escena fue el cantante mexicano Christian Castro quien estuvo acompañado por músicos barranquilleros. El público estuvo muy frío durante su presentación. Algunos dicen que fue una equivocación invitarlo, porque esta era la noche colombiana.

Posteriormente, las candidatas desfilaron en vestido de baño y realizaron bailes típicos de cada región. Esta primera presentación cerró con una coreografía de Totó La Momposina, quien con la canción Las mujeres de mi tierra hizo vibrar el corazón de todos los presentes y los colombianos que siguieron la transmisión desde sus casas porque fue muy emotiva para este momento de crisis que vive el país.

La segunda etapa de la noche estuvo marcada por la elegancia y la sobriedad de los vestidos de gala. En ese desfile nuevamente impactó la señorita Chocó. Imponente con su traje color rosado diseñado por Jaime Arango, el mismo diseñador que vistió a Paula Andrea Betancur la noche de su coronación.

Vanessa, por ganar la corona, recibió 30 millones de pesos, una beca de estudios por 20 millones cuando termine el reinado, joyas, un crucero, dos tiquetes vía Avianca a cualquier destino internacional, un reloj Gucci, 12 importantes contratos y una semana en un spa europeo, entre otros premios.

Este ha sido uno de los mejores espectáculos durante la historia del reinado. El show de Carlos Vives cerró con broche de oro no solo por lo nacionalistas sino porque al igual que Totó, puso a bailar a todo el mundo.

Hasta ese momento, todo era alegría y fiesta. Al final, después de conocer el veredicto, algunas niñas quedaron con un sabor amargo. Andrea Paola Garzón, señorita Cundinamarca, y quien fue la sorpresa de la noche por no haber sido elegida entre las cinco finalistas, se preguntaba por qué había obtenido un puntaje tan bajito (9,04) en el desfile de traje de baño.

En cambio, las representantes de los santanderes estaban muy felices no solo por su triunfo. También por el de la primera reina negra de Colombia.

“Vengo de un departamento con muchas riquezas pero muy olvidado. Estamos alejados del centro”, había dicho la nueva soberana antes de su elección. 

La nueva soberana tiene 20 años, mide 1,72 de estatura y nació en Unguía (Chocó). Actualmente estudia sexto semestre de hotelería y turismo en Medellín y, según ella misma, desde su posición de reina espera incentivar el turismo hacia su departamento. “Una región desconocida con mucho para mostrar”. 

Tras su elección, la población de Unguía se transformó en un auténtico carnaval.

La nueva Señorita Colombia dijo que siempre estuvo convencida de que tenía condiciones para alzarse con la corona, pero solamente en el momento de la elección dio rienda suelta a sus emociones.

Otra de las cosas que dijo la nueva reina es que buscará representar dignamente a Colombia en el cuncurso internacional de la belleza de Miss Universo.